Nada
"Nada" de Carmen Laforet tiene décadas a su espalda, pero cuando coges entre tus manos un clásico español de la literatura contemporánea, y además, compruebas que cuenta con el primer Premio Nadal (1944) no puedes hacer otra cosa que saborear cada una de las páginas que te acercan al mundo de Andrea. Nada es una novela brillante, que te engancha desde la primera página sumergiéndote en la Barcelona de la posguerra en la que parte de la burguesía agonizaba y la sociedad a duras penas se reubicaba. Es la historia de una estudiante universitaria de letras que lidia con la decrepitud familiar en la que tiene que sobrevivir y la declinación moral de una nueva sociedad con anhelos de resucitar pero con las ataduras del viejo orden establecido.
Nada es supervivencia personal; pero, cargada de sensibilidad y de entender que no siempre se puede nadar y guardar la ropa.
La prosa es ligera e intensa a la vez. Sin grandes alardes pero con un manejo brillante del texto te sumerge, sin ser cargante, te lleva por las calles y las vidas de sus protagonistas. Todo es lo que parece desde el primer momento, pero no dejas de coger con ganas cada página para ir profundizando en las luces y las sombras de cada uno de los protagonistas. Andrea, la protagonista, no escapa de sí misma pero sabe perdonarse, entenderse y construirse.
Nada es una de esas novelas que se pueden recomendar sin duda alguna y que resulta interesante que estén en la mochila de libros leídos.
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