Amor y pedaogía
Para un lector de 2022 resulta, cuando menos, diferente su lectura a lo que estamos acostumbrados: no sólo por su estilo y vocabulario, sino incluso por el manejo de los tiempos y el ritmo de las páginas.
La novela traza unos personajes brillantes, grotescos en muchos casos, que contribuyen de forma decisiva a crear una atmósfera de sopor y crítica constante a la pedagogía, filosofía o sociología positivista de finales del siglo XIX. La novela hace reflexionar sobre la, en muchas ocasiones, ridícula dicotomía que marca Avito entre el amor y pedagogía; y nos revela el enfrentamiento de los personajes con sus propias incoherencias.
Apolodoro, en las últimas páginas de la novela le espeta a Avito: " ¿y por qué no hacer del amor mismo pedagogía, padre?", removido por la desgracia de ser víctima de la pedagogía positivista a la que mordazmente se ridiculiza a lo largo de toda la novela.
Es audaz la forma en que Unamuno se enfrenta a una dicotomía que más de un siglo después todavía se puede reconocer en algunos postulados de nuestra sociedad.
Comentarios
Publicar un comentario